Copas & Platos N° 3
Estimado/a Doctor/a:
Esta entrega de Copas y Platos nos lleva a la zona de Cuyo, enclave por excelencia de una cepa marca país: el Malbec, y otra tan peculiar y distintiva como el Syrah. Ambas cepas son claros exponentes de este terruño, y aportan a sus vinos particularidades que nos hablan de su origen. El Malbec tiene una historia de más de dos siglos en nuestro país. Esta cepa, muy poco valorada en otros países y considerada una cepa “menor”, parece haber tomado su revancha en la Argentina y haber sorprendido a enólogos de todo el mundo, demostrando que clima y suelo son determinantes a la hora de elaborar vinos de excelente calidad.
Por su parte, el Syrah, aparentemente de origen persa, llegó a estas tierras y se convirtió en una cepa identificada especialmente con la provincia de San Juan, a pesar de que Mendoza posee la mayor cantidad de hectáreas sembradas. En nuestro país, casi el 6% de la producción total pertenece a esta cepa.
Mendoza es, por antonomasia, la provincia de mayor producción de vides, concentrando más del 90% de la producción total de la Argentina, y esto se debe a que esta provincia ha sido la precursora del cambio tecnológico en sus bodegas, catapultándola a la cabecera a partir de la década de los 80.
Cuyo -denominada la tierra del sol eterno- conjuga sus vinos con una gastronomía excepcional, mezcla de tradición y vanguardia, donde el cordero, el chivito, las olivas, nueces e infinita cantidad de hortalizas y frutas nos regalan al paladar experiencias inolvidables. Montañas, valles y ríos son su deslumbrante
geografía, cuna de sabores únicos y auténticos, que demuestran siempre la enorme riqueza natural de nuestra tierra.
Como siempre, esperamos que este material sea de su agrado.
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