COMUNIDAD

Hipertensión arterial

¿Qué puede hacer usted con su presión elevada?

Probablemente se esté preguntando a qué se debe tanta alharaca.

Usted puede sentirse bien, incluso si tiene la presión arterial elevada (hipertensión). Pero si se ha identificado el problema, usted tiene suerte -aunque no hay curación para la presión arterial elevada- pues ésta puede ser controlada en forma eficaz. De hecho, muchas de las medidas utilizadas para controlarla nos beneficiarían a todos, y serán motivo de tranquilidad para usted y los suyos.

Recuerde: Usted y su médico deben trabajar juntos para el control de la presión arterial elevada. La información provista no substituye el tratamiento médico.

¿Qué es la presión arterial?

Cada vez que su corazón late, una oleada de sangre abandona el corazón y eleva la presión en sus arterias. Cuando el corazón descansa entre los latidos, no se produce eyección de sangre y la presión disminuye. La presión en las arterias depende de la cantidad de sangre que abandona el corazón por minuto y de la resistencia de sus vasos al flujo sanguíneo. La presión arterial promedio de los adultos sanos es aproximadamente de 120/80 (“120 sobre 80”). En general, cualquier lectura de la presión arterial por arriba de 140/90 es considerada una razón para preocuparse. De hecho, si la presión arterial elevada se deja sin control, con el transcurso del tiempo, puede conducir a un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular o una insuficiencia renal. Muchos factores pueden hacer que la presión arterial se encuentre por arriba de la normal y en la mayoría de los casos no tiene importancia la causa específica de la presión arterial elevada. Lo importante es que ha sido diagnosticada y puede ser manejada ahora en forma eficaz.

Adoptando una acción positiva

El tratamiento de la presión arterial elevada depende de su gravedad. Por ejemplo, las personas con hipertensión leve pueden andar bien simplemente con la alteración de algunos hábitos cotidianos. Entre otras cosas, es probable que se le recomiende que haga lo siguiente:

Dejar de fumar

Todos saben que el tabaquismo produce muchos problemas. Por ejemplo, las personas hipertensas que fuman pueden tener unas 12 veces más accidentes cerebrovasculares que aquellas que no fuman. Un aspecto positivo es que después de alrededor de 10 años, las personas que dejan de fumar, reducen su riesgo de muerte por accidente cerebrovascular aproximadamente al nivel del de las personas que nunca han fumado. Es posible que no sea fácil dejar de hacerlo, pero por cierto dejar de fumar reduce la posibilidad de un ataque cardíaco o de un accidente cerebrovascular.

 

 

Limitar su ingesta alcohólica

Las grandes cantidades de alcohol pueden elevar la presión en las arterial, de modo que no ingiera más de una o dos copas al día como mucho

 

 

Reducir la sal

No se sabe por qué exactamente la sal o el sodio en la sal es dañino, pero está bien establecida una clara relación entre el ingreso excesivo de sal y la presión arterial elevada. Resulta sorprendente con qué facilidad puede reducir su ingreso: por ejemplo, sacando el salero de la mesa y evitando obviamente las comidas saladas como papas fritas y pickles. Las comidas rápidas y los alimentos preenvasados pueden contener grandes cantidades de sal. Por otra parte, las frutas y verduras frescas son casi siempre buenas opciones.

 

Perder peso

El sobrepeso puede imponer demandas excesivas sobre su corazón. La mejor forma de bajar de peso es combinar un ejercicio regular con una dieta bien equilibrada que consista en alimentos pobres en grasas saturadas.

 

 

Realizar ejercicios regularmente

El ejercicio no sólo fortifica el corazón, sino que también ayuda a perder peso. Afortunadamente, un ejercicio moderado es todo lo que necesita, no tiene que correr maratones para mantener su corazón sano. De hecho, tan sólo caminar 20 minutos por día puede significar una gran diferencia. Sin embargo, cualquier actividad que requiera un gran esfuerzo, tal como el levantamiento de pesas, que produce hinchazón de las venas del cuello, podría ser dañina. La marcha, el trote, el ciclismo, la natación y muchas otras actividades pueden resultar muy beneficiosas. Cualquiera sea el tipo de ejercicio que usted elija, sólo asegúrese de que lo pueda practicar regularmente y consulte a su médico antes de comenzar cualquier actividad que pueda resultar extenuante.

 

Tomar su medicina

Cuando se prescriben medicamentos, tómelos regularmente y siga las instrucciones con cuidado. Afortunadamente, existen en la actualidad distintos medicamentos para ayudar a controlar la presión arterial elevada. Es muy importante tomarlos exactamente según las instrucciones y no suspender ni cambiarlos sin consultar a su médico. Si usted deja bruscamente de tomar una droga para la hipertensión, puede hacer que su presión arterial se eleve.

 

Una observación final

La buena noticia es que, con su voluntad y el consejo experimentado de su médico, por lo general es posible controlar su presión arterial elevada. Además, puede mejorar su calidad de vida con los cambios que le han pedido que realice. Al principio puede ser difícil adaptarse, pero el beneficio será una vida más sana.

Fluyendo como un río

Cuando el corazón late, la presión en las grandes arterias aumenta. Esta presión está representada por el primer número de la lectura de la presión arterias y se denomina presión sistólica. El grado de elevación de esta lectura depende principalmente de la rigidez que tengan los grandes vasos. Entre los latidos, el corazón se relaja y la sangre corre hacia los vasos más pequeños, creando presión en su interior. Esta lectura de presión está representada por el segundo número y se denomina presión diastólica. Piense en su presión arterial en términos de estos dos números, el primer número “sobre” el segundo.

llustraciones: Bonnie Timmons Copyright© 2000. The McGraw-Hill Companies, Inc. Copyright© 2001. RL Servicios Integrales S.A. Para la versión en castellano.

Advertencia: La presente sección se brinda solamente con carácter informativo, de ninguna manera puede reemplazar el criterio del profesional. Ante cualquier duda sobre su salud consulte a su médico única persona habilitada para tal fin.